2016(e)ko urtarrilaren 29(a), ostirala

la Izcocracia desvió casi, 16 millones de euros para practicas mafiosas.


 ¿Os acordáis de aquellos años, cuando los logros deportivos eran importantes? ¿Recordáis los silbidos que se lanzaban cuando sonaba la cancioncilla de “Izco vete ya”?. Que cosas oyes…Ahora resulta que aquellas locas gargantas de Graderio Sur no iban tan mal entonadas.

Está claro, y no solamente lo sabemos nosotros/as, que una racha de logros deportivos, no te lleva a ocultar una lista de prácticas mafiosas, que se podían ver tanto en los pasillos de grada, en viajes, como en las asambleas de socios/as.


El «Izco Vete Ya!» No era un caprichoso cántico “porquesí” , por todos era sabido los encontronazos que habíamos tenido con él, durante sus años de mandato y los continuos alardes de autoritarismo dictatorial con los que nos obsequiaba el pequeño Pachi (¿Como a él le gusta escribir?…jejeje).

No vamos a venir, tampoco, a decir aquello de “ya lo decíamos nosotros”, no queremos ir de listillos, mas si cabe, sabiendo que no éramos los únicos que detectábamos irregularidades y acciones que nos mosqueaban y enfurecían.

Lo que no alberga dudas es que, si vamos a la raíz del asunto nos encontramos con la verdadera lacra, el cáncer que está sacudiendo este deporte y pasión: El fútbol de la oligarquía, o fútbol moderno.

Una maraña de intereses supeditados a enriquecer a las grandes compañías, a una elite de patronos que siguen utilizando una pasión que empuja unos colores y un sentir identitario, haciéndolo que vire sobre sus carteras, exprimiéndonos así, hasta el último céntimo.

De la misma manera que apostamos por cambiar el modelo social vigente en la actualidad por otro que se base en criterios de justicia social, sin clases ni elitismos, aportamos también la necesidad de dar pasos hacia un modelo organizativo en nuestras competiciones y clubes mas justo, solidario y MAS SOCIAL.

Por ello, y como primer paso, el hecho de ser un Club y no una SAD es un punto importantísimo, segundo, si lo anterior es una base importante, mas lo es seguir puliendo detalles y desprenderse de normas, medidas etc, que ahogan la participación transparente e igualitaria.

Y por supuesto, seguir un modelo, enraizado en las clases populares, escapando de ínfulas de poderosos, aunque con ello paguemos el peaje de las categorías menos “glamurosas”…Porque, si algo tenemos claro nosotros/as es que no abandonaremos nuestros colores, sea la división que sea…ni ante el rival que sea.