Nuestras sensaciones son contradictorias. Por un lado alegría al ver que 11 compañeros salen fuera de esta locura represiva que estamos sufriendo y, por otro, la tristeza de ver que la maquinaria represiva sigue en marcha, utilizando a 21 personas para derribar a INDAR GORRI.
L@s que vivimos en la calle, en el barrio, en el pueblo. L@s que creemos en el compañerismo, la amistad y la solidaridad huimos de las élites porque sabemos que estas son las que manejan el sistema. Frente a las élites, nosotr@s somos tod@s iguales, tod@s uno, lo mismo, y si condenan a uno nos condenan a tod@s.
Ocho de los que quedan fuera del proceso judicial fueron detenidos aquel 1 de febrero de 2016. Esposados a la luz del día, delante de sus vecinos, introducidos en coches policiales, pasando la noche en comisaría. Al salir del Juzgado tuvieron que taparse la cara para que periodistas no les sacase fotos y grabasen en video. Son la mitad de los que, por obligación, fueron protagonistas de aquel show que vivimos y tanto nos afectó. Días de portadas en periódicos, televisiones y digitales, de despliegue de infinidad de agentes de policía y guardia civil. Algo más de una semana después de la rueda de prensa que dimos el pasado febrero al cumplirse un año de la razzia policial, la respuesta fue la citación judicial de 11 nuevos compañeros. Al menos no hubo show mediático y policial. Claramente vemos que, tanto aquel febrero de 2016 como este febrero de 2017, alguien quiso mandar un duro mensaje. Alguien quiere asustar y amedrentar al Osasunismo más combativo. A cualquier miembro y simpatizante de IG. A todo aquel que se salga de lo que marcan las élites de este podrido sistema.
No nos escondemos, somos abertzales. Amamos y defenderemos Euskal Herria y el euskera. Al declaramos abiertamente antirracistas y antifascistas tendremos tolerancia cero con cualquier racista y fascista. Somos feministas en un deporte donde las elites son exclusivamente hombres. Nos opondremos frontalmente contra los grupos económicos que quieren adueñarse del fútbol y lucharemos porque la pelota sea de la gente. Y por supuesto, y con mucha fuerza, siempre contra Tebas. Todo esto es la causa de que se siga el proceso judicial contra nuestros 21 compañeros. Si nuestras banderas fueran franquistas y nuestro saludo el brazo en alto, si nuestras amistades gente de las élites económicas, jurídicas o policiales, seguramente nos hubiesen dejado hasta lanzar a alguien al rio porque el sistema iba a archivar el caso y su dedo acusador señalaría, como banda criminal, hacia otro lado.
Quizás ahora comienza el partido más importante en estos 30 años de INDAR GORRI. Llevamos más de un año tocad@s, pero bueno, llega el momento de calzarse las botas y vestirse de rojo y azul marino. Además tod@s som@s canteran@s, de la tierra, con lo que eso conlleva. Encima llevamos mucho tiempo jugando junt@s, nos conocemos muy bien y tod@s lucharemos para ganar, confiando que este grupo, esta grada, lleve en volandas a los 21 y se quede en nada esta locura represiva que estamos sufriendo.
